En el salón de nuestra casa en Mallorca colgaba, a modo de trofeo, un clavo larguísimo, oxidado y retorcido que mi madre, en un viaje como arquitecta recién licenciada, se llevó de las ruinas de la Villa Rotonda de Palladio. Recuerdo mirarlo con admiración desde muy pequeña, sabía que ese tesoro me conectaba con la Historia. Creo que es ahí cuando empezó mi amor por la arquitectura.

Respeto por la arquitectura tradicional de Mallorca
Los proyectos de Laura Gayo (Arquitecta, licenciada por la ETSAM en 2009) para el Estudio Gayo de arquitectura, se fundamentan en la atemporalidad. Una arquitectura actual que no es esclava de modas o efectismos, sino que aspira a envejecer con dignidad. Una preocupación constante por hacer una arquitectura correcta, tanto con el entorno, como con los clientes, que va más allá de etiquetas. En sus proyectos confluyen la tradición y la modernidad, lo local y lo internacional, lo culto y lo popular.
Su trabajo bebe de las técnicas tradicionales de arquitectura de Mallorca, de su construcción y artesanía; una sabiduría ancestral de la que tristemente se ha perdido mucho, pero que está decidida a recuperar. El uso correcto de la piedra de marés, y no como simple decoración; las persianas que dejan pasar el aire, pero no el sol. Piedra, madera, barro cocido, mortero de cal… Los materiales naturales que envejecen bien, que respiran, que están un poco vivos, son su paleta de trabajo ideal.
La arquitectura tradicional de la isla de Mallorca tiene cierto punto austero, nada pretencioso, en el que todo tiene una razón de ser y con el que yo me siento muy identificada.
Formada también en paisajismo, la conexión entre interior y exterior es una constante en los proyectos que desarrolla. El paisaje y el clima de Mallorca han propiciado una forma de vivir el exterior muy particular. El jardín no es una estancia más de la casa, sino casi la más importante. Un exterior domesticado, que protege de los vientos en invierno y del sol riguroso en verano.
La concepción del trabajo del arquitecto que tiene Laura Gayo, difiere de algunas ideas preconcebidas de la profesión, especialmente cuando se trata de crear el hogar de otros. El arquitecto debe desprenderse en todo momento de su ego, dejar de lado la pureza de la obra para primar la calidez y adaptarse a las personas que habitarán la casa, y no al revés. Mis proyectos se caracterizan por esta visión al servicio de quien los habita, además de por un respeto máximo al paisaje que los acoge, a la tradición, la arquitectura y a la cultura local de Mallorca. Cada edificio que diseño está pensado para este lugar y ese cliente específico.
En un mundo con tantas incertidumbres, necesitamos que nuestra casa sea nuestro refugio, nuestra capa más exterior, el lugar en que podamos ser más nosotros.